
Sant Emeterio de Calahorra
Santoral 3 Marzo
SAN EMETERIO DE CALAHORRA
Fe, valor y defensor de la verdad
Santoral 3 de Marzo

San Emeterio de Calahorra
Oración a San Emeterio
San Emeterio de Calahorra, mártir y valiente testigo de la fe, es un ejemplo de fortaleza y entrega a Dios. Su vida, marcada por el amor a Cristo y la defensa de la verdad, nos inspira a permanecer firmes en nuestra fe, incluso en medio de las pruebas. Como soldado convertido en seguidor de Jesús, San Emeterio no temió el sacrificio y entregó su vida con fidelidad.
Hoy, su legado sigue vivo en los corazones de los creyentes que buscan su intercesión para obtener protección, valentía y paz. Orar a San Emeterio es un acto de devoción y confianza en su poderosa intercesión ante Dios.
Te invitamos a unirte en oración para pedir su guía y fortaleza en nuestra vida diaria. Descubre su historia, rézale con fe y siente su presencia en cada desafío. San Emeterio, ruega por nosotros y fortalécenos en la verdad de Cristo.
Oración a San Emeterio de Calahorra
San Emeterio, fiel soldado,
mártir santo del Señor,
con tu vida diste ejemplo
de valentía y amor.
En Calahorra proclamaste
con firmeza la verdad,
sin temer a la amenaza,
ni rendirte ante el mal.
Por la fe fuiste probado,
coronado en la cruz,
derramaste noble sangre,
siguiendo a Cristo Jesús.
Hoy te invocan con confianza
quienes buscan protección,
San Emeterio, intercede,
danos fe y bendición.
Guíanos con tu esperanza,
haznos fuertes en la paz,
que tu luz nos lleve siempre
a la gloria celestial.
Ruega por nosotros, amén.
Quién fue San Emeterio
San Emeterio de Calahorra es una de las figuras más veneradas del cristianismo en España, especialmente en La Rioja, donde comparte devoción con su hermano San Celedonio. Su vida y martirio durante la persecución romana contra los cristianos en el siglo III lo han convertido en un símbolo de fe, valentía y resistencia. A lo largo de los siglos, su legado ha trascendido lo puramente religioso, influyendo en la cultura, la historia y la identidad de diversas regiones.

San Emeterio
Su martirio
La historia de San Emeterio de Calahorra, está profundamente arraigada en el contexto de las persecuciones cristianas ordenadas por los emperadores romanos de la época. Durante el siglo III, el Imperio Romano consideraba el cristianismo una amenaza para la estabilidad política y social, ya que los cristianos se negaban a participar en los rituales paganos y en la adoración al emperador, lo que implicaba perder poder político.
San Emeterio y su hermano Celedonio, fueron apresados y encarcelados por sus creencias. Se les presentó la alternativa de renunciar a la fe y abandonar la profesión militar para salvar su vida, pero no desistieron de sus creencias y ambos fueron torturados y decapitados en el arenal del río Cidacos en las afueras de Calahorra.
Origen de San Emeterio
San Emeterio nació en la Hispania romana durante el siglo III d.C., en un período en el que el cristianismo comenzaba a ganar seguidores a pesar de la intensa persecución por parte del Imperio Romano. Se cree que su lugar de nacimiento pudo estar en la región de Calahorra, en la actual comunidad autónoma de La Rioja, aunque algunas tradiciones sostienen que su origen podría situarse en otras partes de Hispania.
San Emeterio y su hermano San Celedonio fueron criados en una familia de origen romano, lo que les permitió acceder a una educación privilegiada y seguir la tradición militar de su linaje. Su condición de soldados romanos refleja que pertenecían a una familia de cierto estatus dentro del imperio, ya que en aquella época el servicio en las legiones romanas era un camino reservado para ciudadanos con derechos y privilegios.
Quien era su familia
La tradición cristiana sostiene que San Emeterio y San Celedonio eran hijos de un centurión romano. Este detalle es significativo, ya que los centuriones eran oficiales de alto rango dentro del ejército, encargados de liderar unidades y mantener el orden dentro de las legiones. Si bien no se tienen registros concretos sobre su padre, es probable que su educación y disciplina estuvieran influenciadas por la vida castrense y el sentido del deber inculcado en su hogar.
Su familia, aunque de tradición pagana, habría estado expuesta a la creciente influencia del cristianismo dentro del Imperio Romano. En ese contexto, San Emeterio y su hermano decidieron abrazar la fe cristiana, un acto de gran valentía en un tiempo en el que las persecuciones religiosas eran comunes. Su conversión significó un cambio radical en sus vidas, llevándolos a desafiar las normas del imperio y a enfrentar las consecuencias de su decisión.
La influencia familiar
Aunque no hay registros detallados sobre la reacción de su familia ante su conversión y posterior martirio, se puede especular que enfrentarían una gran presión social y política. En la sociedad romana, el cristianismo era visto como una amenaza al orden establecido, y aquellos que lo profesaban eran perseguidos sin distinción de su origen. Es probable que la familia de San Emeterio enfrentara represalias o fuera marginada debido a la valentía de sus hijos al no renegar de su fe.
Según la tradición, tanto San Emeterio como San Celedonio fueron arrestados y llevados a Calahorra, donde fueron sometidos a juicio por negarse a participar en los rituales paganos y a rendir culto al emperador. Finalmente, fueron condenados a muerte y decapitados en torno al año 298 d.C. Su martirio marcó un hito en la historia del cristianismo en Hispania y consolidó su legado como protectores de la fe.

San Emeterio
Su influencia
Canonización
San Emeterio es reconocido como santo desde la antigüedad, antes de la existencia de los procesos formales de canonización instaurados por la Iglesia católica. Su culto se desarrolló de manera espontánea entre los cristianos de la región, que veneraban su memoria y su martirio como un ejemplo de fidelidad a la fe. Al igual que muchos santos de los primeros siglos del cristianismo, su santidad fue confirmada por el reconocimiento popular y la autoridad eclesiástica local, sin necesidad de un proceso formal.
Durante la Edad Media, la Iglesia consolidó la veneración de San Emeterio a través de la consagración de templos en su honor y la custodia de sus reliquias. Su figura fue incorporada en el martirologio cristiano, donde se registraron las vidas de los mártires y santos reconocidos por la tradición eclesiástica. La existencia de documentos antiguos que mencionan su martirio y la devoción constante hacia él reforzaron su estatus como santo.
A diferencia de los santos canonizados en épocas posteriores, cuya santidad era confirmada a través de un proceso formal dirigido por el Papa, San Emeterio fue canonizado de facto por la Iglesia primitiva. Su festividad y culto fueron reconocidos por las autoridades eclesiásticas de la península ibérica, lo que permitió que su devoción se extendiera por diversas regiones de España.
Lugar de peregrinación
Los restos de San Emeterio y San Celedonio se encuentran en la catedral de Calahorra, donde han sido venerados desde la antigüedad. Se cree que, tras su martirio, sus cuerpos fueron recogidos por cristianos locales y resguardados en un lugar sagrado, hasta que finalmente fueron depositados en la iglesia principal de la ciudad. Con el tiempo, esta catedral se convirtió en un importante centro de peregrinación para los devotos que acudían a venerar sus reliquias.
Además, parte de las reliquias de San Emeterio se trasladaron a la ciudad de Santander, donde se convirtieron en símbolo de protección. De hecho, el nombre de la ciudad de Santander deriva de «Sancti Emeterii», en referencia al santo. Allí, sus reliquias se han conservado a lo largo de los siglos en la iglesia de San Emeterio y San Celedonio, reforzando su papel como patrón de la ciudad.
Desde la Edad Media, varias órdenes religiosas han desempeñado un papel fundamental en la conservación de los restos de San Emeterio. Entre ellas, destacan los benedictinos y los clérigos de la catedral de Calahorra, quienes se han encargado de preservar sus reliquias y promover su culto. En Santander, el clero local ha mantenido viva la devoción, organizando celebraciones y custodiando los restos sagrados.

San Emeterio
peregrinación
A lo largo de los siglos, sus reliquias han sido objeto de veneración y han sido protegidas frente a conflictos y saqueos. Durante la invasión musulmana de la península ibérica, algunas de sus reliquias fueron ocultadas para evitar su destrucción. En tiempos más recientes, la Iglesia ha reforzado su custodia, asegurando que la memoria de San Emeterio siga viva y accesible a los fieles.
La conservación de sus restos en Calahorra y Santander demuestra la relevancia de su culto a lo largo de los siglos. Gracias a la labor del clero y de diversas órdenes religiosas, su memoria ha sido preservada y su figura sigue siendo venerada por los fieles. San Emeterio continúa siendo un símbolo de la resistencia cristiana y un ejemplo de compromiso con la fe, manteniendo su importancia en la tradición religiosa de España. La catedral de Calahorra, como guardiana de sus reliquias y epicentro de su devoción, sigue desempeñando un papel clave en la conservación de su legado espiritual.
Patronazgo
Patrón de Calahorra
San Emeterio es, junto con San Celedonio, el patrono de Calahorra, una ciudad con una rica historia vinculada al cristianismo y al martirio de estos santos. Su legado y protección han sido fundamentales para la identidad religiosa y cultural de la localidad, atrayendo a fieles y visitantes interesados en su historia y devoción.
El patronazgo de San Emeterio se consolidó con la expansión del cristianismo en la región. Su figura ha sido objeto de culto continuo y su intercesión ha sido invocada en momentos de dificultad. La ciudad lo ha reconocido como uno de sus principales protectores espirituales, con múltiples representaciones en su catedral y diversas celebraciones en su honor.
El patronazgo de San Emeterio es un elemento clave en la identidad cultural de Calahorra. La ciudad ha desarrollado un fuerte vínculo con la historia de estos mártires, lo que se refleja en su patrimonio artístico y en la tradición oral transmitida de generación en generación. Su figura es un emblema de resistencia y fe, inspirando a los calagurritanos a mantener sus valores y creencias a lo largo del tiempo.
Patrón de Santander
an Emeterio es considerado patrón de Santander debido a la tradición que vincula su nombre con el origen etimológico de la ciudad. Según la historia, en la Alta Edad Media, los restos de San Emeterio y San Celedonio fueron trasladados desde Calahorra hasta la costa cántabra para protegerlos de las invasiones musulmanas. Se cree que fueron depositados en un monasterio ubicado en la actual península de la Magdalena o en el lugar donde hoy se encuentra la Catedral de Santander.
El nombre de la ciudad Santander deriva de Sancti Emeterii, en referencia a San Emeterio. Con el paso del tiempo, esta denominación evolucionó fonéticamente hasta convertirse en «Santander». Aunque el santo no es el único patrón de la ciudad (puesto que la Virgen Bien Aparecida es la patrona de Cantabria), su importancia histórica ha hecho que sea reconocido como uno de los protectores de la localidad.
Por esta razón, el escudo de Santander incluye la imagen de una torre con las cabezas de San Emeterio y San Celedonio, en honor a estos mártires y su influencia en la historia de la ciudad.
Patrón de Arbón
San Emeterio también es patrón de Arbón, una parroquia del concejo de Villayón, en Asturias.
La devoción a San Emeterio en esta zona se debe a la tradición cristiana y a la influencia que tuvo el culto a los santos mártires en el norte de España. En Arbón, su festividad se celebra con actos religiosos y festivos, manteniendo viva la tradición y la veneración a este santo.
Es interesante cómo San Emeterio, aunque más conocido por su patronazgo en Calahorra y Santander, también tiene presencia en pequeñas localidades asturianas, reflejando la difusión de su culto a lo largo de la historia.

San Emeterio
Su Patronazgo
Sant Jordi legado espiritual
Celebracíon del Santo
La festividad de San Emeterio se celebra el 3 de marzo, una fecha en la que la Iglesia conmemora su martirio junto al de su hermano San Celedonio. Esta fecha ha sido establecida dentro del calendario litúrgico de la Iglesia católica en honor a la valentía de ambos santos, quienes entregaron sus vidas en defensa de su fe cristiana durante la persecución romana.
En algunas localidades, como Santander, también se les recuerda en fechas adicionales debido a su importancia como patronos y protectores. No obstante, el 3 de marzo sigue siendo el día principal de su conmemoración en toda España.
San Emeterio y San Celedonio fueron martirizados en Calahorra alrededor del año 298 d.C., durante el mandato del emperador Diocleciano, conocido por su dura represión contra los cristianos.
La celebración del 3 de marzo no solo recuerda el sacrificio de estos santos, sino que también resalta la importancia de la perseverancia y la valentía en la fe. Su historia ha servido de inspiración para generaciones de cristianos que enfrentan dificultades por sus creencias, convirtiéndolos en símbolos de resistencia y fidelidad a Dios.
La celebración
En diversas regiones de España, el 3 de marzo se conmemora con actos religiosos y celebraciones populares. En Calahorra, ciudad donde se produjo su martirio, se celebran misas solemnes, procesiones y eventos culturales en honor a los santos. En Santander, donde San Emeterio es considerado protector de la ciudad, su imagen es honrada en la catedral y en otras iglesias con liturgias especiales.
Las festividades suelen incluir procesiones en las que se portan reliquias de los santos, además de eventos que buscan fortalecer la devoción y recordar su ejemplo de fe. En algunas comunidades, esta fecha también es ocasión para actos de caridad y servicio, siguiendo el ejemplo de entrega que caracterizó a San Emeterio y San Celedonio.

San Emeterio
Santoral 3 Marzo