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San Nicolas de Flue

Santoral Hoy 21 Marzo

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San Nicolas de Flue conocido como el «Hermano Klaus» santo suizo, patrono del país. Nacido en 1417 en Flüe, cerca de Sachseln. Sabiendo que su servicio era de una vida eremitica, tuvo que aceptar cargos como corregidor de Sachseln, consejero, juez y diputado, además, de otros cargos militares.

Se le recuerda por su vida santa y su riguroso ayuno. Se retiró a un lugar desierto cerca de Flüe, donde solo salía para asistir a Misa. Cuando su país necesitaba de él daba su ayuda por lo que se le denominó “Padre de la Patria”.

San Nicolás de Flüe murió el 21 de marzo de 1487 cuando tenía 70 años.

San Nicolás de Flüe, con su profunda espiritualidad y dedicación a la vida de oración, se convierte en un faro de luz y esperanza para quienes buscan un camino de fe y reflexión en sus vidas. Su legado no solo se encuentra en los momentos de retiro en la soledad de la montaña, sino también en el amor y servicio que brindó a su comunidad, convirtiéndose en un ejemplo de entrega y sacrificio. Cada oración que elevamos en su memoria nos recuerda la importancia de mantener el corazón abierto a Dios y a los demás, y nos inspira a vivir con propósito y compasión, siguiendo sus pasos en la búsqueda de la paz interior y la unidad con el Creador. Su vida nos enseña que a través de la humildad y la fe, podemos transformar tanto nuestras vidas como el mundo que nos rodea.

Oh, glorioso San Nicolás de Flüe,
tú que supiste renunciar a todo lo mundano
para seguir la voluntad de Dios con entrega total,
te pedimos que intercedas por nosotros ante el Señor.

Tú, que fuiste ejemplo de fe, humildad y penitencia,
enséñanos a vivir con corazones puros
y a encontrar paz en la oración y el sacrificio.

Protege a nuestras familias y guíanos en el camino de la santidad,
alejándonos de todo mal y acercándonos cada día más a Dios.

San Nicolás de Flüe,
intercede por nosotros,
por nuestras necesidades materiales y espirituales,
para que, como tú, podamos vivir en la paz y el amor de Cristo.

“Señor mío y Dios mío, aleja de mí todo lo que me aleje de ti.

Señor mío y Dios mío, concédeme todo lo que me acerque a ti.

Señor mío y Dios mío, líbrame de mí mismo y concédeme poseerte sólo a ti”.

Amén.