SANTA ESTER
Santoral 1 Julio
Oración a
Santa Ester
Oh, Santa Ester, Reina valiente,
elegida por el Señor,
con tu fe firme y ardiente
fuiste luz y defensora.
Ante el rey con gran prudencia,
por tu pueblo intercediste,
y con fuerza y con paciencia
su destino tú cambiaste.
Mujer sabia y decidida,
ejemplo de gran valor,
que con fe y con valentía
salvaste a tu nación.
Hoy te invocan los que sufren,
los que buscan redención,
sé su guía en la tormenta,
dales paz y bendición.
Ruega, Ester, por nuestro mundo,
danos fuerza para amar,
que en Dios siempre confiemos
para su voluntad hallar.
Ruega por nosotros, amén.
Quien era Santa Ester
Santa Ester es una de las figuras más fascinantes y heroicas del Antiguo Testamento.
La historia de Santa Ester, fue narrada en el Libro de Ester. Narra la vida de Ester un relato lleno de intriga, valentía y fe que ha inspirado a millones de personas a lo largo de los siglos.
Santa Ester, aunque no es reconocida como santa en el sentido tradicional de la Iglesia Católica, su vida es un ejemplo de cómo la confianza en Dios y el coraje pueden cambiar el curso de la historia. Su papel fue muy importante en la salvación del pueblo judío.

Santa Ester rezando por el pueblo Judío
El momento más destacado de Santa Ester, fue cuando intercedió ante el rey para salvar a su pueblo de un decreto de exterminio promovido por el malvado Amán, el principal consejero del rey. Cuando su primo Mardoqueo descubrió un plan para exterminar a los judíos, Santa Ester arriesgó su vida al presentarse ante el rey sin ser llamada, un acto que podía costarle la muerte.
Gracias a su astucia, valentía y confianza en Dios, Santa Ester logró revertir el decreto y asegurar la supervivencia del pueblo judío.
Su historia es un ejemplo de cómo la fe y el coraje pueden cambiar el curso de los acontecimientos.
Historia de Santa Ester
La historia de Santa Ester tiene lugar en el Imperio Persa →, durante el reinado del rey Asuero (también conocido como Jerjes I), quien gobernó desde el 486 hasta el 465 a.C. En ese momento, los judíos vivían en el exilio tras la destrucción del Primer Templo de Jerusalén. Santa Ester y cuyo nombre hebreo era Hadasa, era una joven judía huérfana que vivía en la ciudad de Susa, una de las capitales del Imperio Persa. Fue criada por su primo Mardoqueo, quien la trató como si fuera su propia hija.
El relato bíblico comienza con el rey Asuero organizando un gran banquete para mostrar su poder y riqueza. Durante este evento, la reina Vasti desobedece una orden del rey y es destituida de su posición. Esto lleva al rey a buscar una nueva reina, y se organiza un concurso de belleza en todo el imperio para encontrar a la candidata perfecta. Santa Ester, gracias a su belleza y gracia, es elegida como la nueva reina de Persia. Sin embargo, siguiendo el consejo de Mardoqueo, oculta su identidad judía.
Imperio Persa
El Imperio Persa fue una de las civilizaciones más poderosas y avanzadas de la antigüedad, destacándose por su vasto territorio y su impresionante capacidad administrativa.
Durante el reinado del rey Asuero (también conocido como Jerjes I), que gobernó entre los años 486 a.C. y 465 a.C., el imperio alcanzó uno de sus máximos momentos de expansión y conflicto.
La figura de Asuero es particularmente conocida por su participación en las Guerras Médicas y por su importante papel en los relatos bíblicos, como en el Libro de Ester.
Asuero, hijo de Darío I y Atosa, heredó el trono persa tras la muerte de su padre. Darío I, quien había logrado consolidar y expandir el imperio, dejó a Asuero un vasto territorio que se extendía desde el río Indo hasta Grecia, abarcando regiones como Egipto, Mesopotamia y Asia Menor. Sin embargo, el reinado de Asuero estuvo marcado por retos tanto internos como externos, que definieron la historia del Imperio Persa en esta época.
Aunque Asuero logró mantener el control del imperio, sus últimos años estuvieron marcados por la decadencia y las luchas internas. Tras su muerte en 465 a.C., fue sucedido por su hijo Artajerjes I. Si bien el Imperio Persa continuó existiendo por varios siglos más, el reinado de Asuero marcó el final de la expansión militar y el inicio de la estabilización del imperio en tiempos más pacíficos.
Decreto de Exterminio
El verdadero drama de la historia de Santa Ester comienza con la introducción de Amán →, el principal consejero del rey. Amán es un hombre orgulloso y ambicioso que exige que todos se inclinen ante él. Mardoqueo, sin embargo, se niega a hacerlo debido a sus creencias religiosas. Esto enfurece a Amán, quien decide no solo vengarse de Mardoqueo, sino también de todo el pueblo judío. Logra convencer al rey Asuero de emitir un decreto que ordena la exterminación de todos los judíos en el imperio Persa en una fecha específica.
Mardoqueo se entera del decreto y le pide a Santa Ester que interceda ante el rey para salvar a su pueblo. Sin embargo, presentarse ante el rey sin ser llamada era un acto sumamente peligroso, ya que podía resultar en la muerte. Santa Ester, consciente del riesgo, decide actuar, pidiendo a los judíos que ayunen y oren por ella durante tres días, y luego se presenta ante el rey.
Milagrosamente, el rey la recibe con beneplácito y le ofrece concederle cualquier petición.
Aman, consejero Rey Asuero
Aman y Santa Ester
Amán es uno de los personajes más notorios y malvados del Libro de Ester en la Biblia. Su historia se desarrolla en el contexto del Imperio Persa, durante el reinado de Asuero (Jerjes I), y se convierte en el principal antagonista de la trama. Amán, un hombre de gran poder en la corte persa, se enfrenta a Ester, una joven judía que, a pesar de su origen humilde, se convierte en reina y es clave para la salvación de su pueblo.
Amán era un hombre de origen agagueo, es decir, descendiente de los antiguos reyes de Amalek, un pueblo tradicionalmente enemigo de Israel. Gracias a su habilidad para ganarse la confianza del rey Asuero, Amán ascende rápidamente en el gobierno del imperio persa. Se convierte en el primer ministro, un puesto de enorme poder y prestigio. Como parte de su ascenso, el rey Asuero ordenó que todos los súbditos del imperio se inclinaran ante Amán como señal de respeto.
El conflicto entre Amán y los judíos comienza cuando Mardoqueo, el primo de Ester, se niega a inclinarse ante Amán. Mardoqueo, fiel a sus principios religiosos y culturales, se niega a rendir homenaje a un hombre que, según él, no merecía tal respeto. Esto enfurece a Amán, quien, impulsado por el orgullo y la ira, decide que no solo Mardoqueo merece castigo, sino que todo el pueblo judío debe ser exterminado.
Amán, convencido de que la desobediencia de Mardoqueo no podía quedar impune, elabora un plan para acabar con todos los judíos del imperio persa. Utilizando su influencia con el rey Asuero, logra convencerlo de emitir un edicto real que autoriza la masacre de todos los judíos en las 127 provincias del imperio. Este edicto estaba fechado para un día específico, lo que condenaba a millones de judíos a la muerte.
La historia da un giro importante cuando Ester, la reina judía, se entera del plan de exterminio orquestado por Amán. Después de recibir el consejo de Mardoqueo, Ester toma la valiente decisión de intervenir ante el rey, aun sabiendo que podría poner en peligro su propia vida al acercarse a él sin ser convocada. Ester organiza un banquete, en el que revela su identidad judía y expone el complot de Amán para destruir a su pueblo.
El rey Asuero, furioso al conocer las intenciones de Amán, ordena su ejecución. Amán, que esperaba que su poder estuviera asegurado, es finalmente colgado en la horca que había preparado para Mardoqueo. La acción de Ester no solo salva a Mardoqueo, sino que también resuelve el destino de los judíos, quienes reciben permiso para defenderse de sus atacantes. En lugar de la masacre, los judíos logran vencer a sus enemigos, y así comienza la festividad judía de Purim →, que celebra esta victoria.
Salvación de los Judios
Santa Ester no revela inmediatamente su petición. En cambio, invita al rey y a Amán a un banquete. Durante el banquete, el rey le pregunta nuevamente qué desea, y Santa Ester lo invita a un segundo banquete. Finalmente, en el segundo banquete, Santa Ester revela su identidad judía y denuncia el plan de Amán para exterminar a su pueblo. El rey, furioso, ordena la ejecución de Amán y revoca el decreto de exterminio. Además, permite que los judíos se defiendan de sus enemigos en la fecha prevista para su exterminio.
Este evento no solo salva a los judíos de la destrucción, sino que también establece la festividad de Purim →, que se celebra hasta el día de hoy en el judaísmo. Purim es una fiesta alegre que conmemora la liberación del pueblo judío y la valentía de Ester.
Festividad de Purim
La festividad de Purim es una de las celebraciones más alegres y esperadas del calendario judío. Celebrada generalmente en el mes de Adar (febrero o marzo), Purim conmemora la salvación del pueblo judío en el Imperio Persa, narrada en el Libro de Ester de la Biblia. La historia de Purim es un recordatorio de cómo, gracias a la valentía de Ester, la reina judía, y su primo Mardoqueo, el pueblo judío fue salvado de un plan de exterminio orquestado por el malvado Amán, consejero del rey persa Asuero.
Según la historia bíblica, Amán ideó un complot para destruir a todos los judíos del imperio persa. Sin embargo, Ester, al enterarse del plan, arriesgó su vida al presentarse ante el rey sin ser llamada, revelando su identidad judía y exponiendo el complot de Amán. Gracias a su valentía, el rey Asuero condenó a Amán, quien fue ejecutado, y permitió a los judíos defenderse de sus enemigos. La victoria de los judíos sobre sus opresores se celebra cada año con Purim.
Legado de Santa Ester
Aunque Santa Ester no es reconocida como santa en el sentido tradicional de la Iglesia Católica, su historia sigue siendo una fuente de inspiración para creyentes de todas las tradiciones. Su vida nos enseña que, incluso en las circunstancias más difíciles, es posible actuar con valentía y fe para defender lo que es justo. Además, su historia resalta el papel crucial que las mujeres han desempeñado en la historia de la salvación.
En la tradición judía, Santa Ester es celebrada cada año durante la festividad de Purim, que incluye la lectura del Libro de Ester, banquetes y actos de caridad. En la tradición cristiana, su vida es vista como un ejemplo de cómo Dios obra a través de las personas para cumplir sus propósitos.
(Biblia). Libro de Ester
El Libro de Ester, es uno de los textos más fascinantes y únicos del Antiguo Testamento. Y a diferencia de otros libros bíblicos, no menciona directamente a Dios, pero su presencia se siente en cada evento, mostrando cómo la providencia divina actúa en la vida de las personas.
Este libro narra la historia de Santa Ester, una joven judía que se convierte en reina de Persia por su belleza y usa su posición para salvar a su pueblo de un decreto de exterminio.
El Libro de Ester es una obra maestra literaria y teológica que combina drama, intriga y un mensaje profundo sobre la fe y la justicia. Su historia nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, Dios está trabajando detrás de escena para proteger a su pueblo.
A través de la valentía de Santa Ester y la sabiduría de Mardoqueo, el libro nos enseña que la fe, la humildad y la acción pueden cambiar el curso de la historia
Destitución de la reina Vasti
El libro comienza con un gran banquete organizado por el rey Asuero en la capital de Susa. Durante el festejo, el rey ordena que la reina Vasti se presente ante sus invitados para mostrar su belleza. Vasti se niega, lo que lleva al rey a destituirla y buscar una nueva reina.
Santa Ester es elegida reina
Se organiza un concurso de belleza en todo el imperio para encontrar una nueva reina. Ester, una joven judía huérfana criada por su primo Mardoqueo, es seleccionada debido a su belleza y gracia. Siguiendo el consejo de Mardoqueo, Ester oculta su identidad judía.
Mardoqueo descubre un complot
Mardoqueo, quien se sienta a las puertas del palacio, descubre un complot para asesinar al rey. Informa a Ester, quien a su vez alerta al rey, salvando su vida. Este evento es registrado en los anales reales, pero Mardoqueo no recibe recompensa inmediata.
Ascenso de Amán y su decreto
Amán, un noble ambicioso, es ascendido a una posición de poder. Exige que todos se inclinen ante él, pero Mardoqueo se niega debido a sus creencias religiosas. Amán, enfurecido, convence al rey de emitir un decreto para exterminar a todos los judíos en el imperio en una fecha específica.
Santa Ester decide actuar
Mardoqueo le informa a Ester sobre el decreto y le pide que interceda ante el rey. Aunque presentarse sin ser llamada es un acto peligroso, Ester decide arriesgar su vida. Pide a los judíos que ayunen y oren por ella durante tres días antes de actuar.
El primer banquete de Ester
Ester se presenta ante el rey, quien la recibe favorablemente. En lugar de revelar su petición de inmediato, invita al rey y a Amán a un banquete. Durante el banquete, el rey le pregunta qué desea, y Ester lo invita a un segundo banquete.
Segundo banquete y caída de Amán
En el segundo banquete, Ester revela su identidad judía y denuncia el plan de Amán para exterminar a su pueblo. El rey, furioso, ordena la ejecución de Amán en la misma horca que este había preparado para Mardoqueo.
Nuevo decreto y victoria judía
El rey emite un nuevo decreto que permite a los judíos defenderse de sus enemigos. En la fecha prevista para su exterminio, los judíos se organizan y derrotan a sus opresores. Mardoqueo es ascendido a una posición de poder, y la festividad de Purim es establecida para conmemorar la liberación.
Tradición Santa Ester
La figura de Santa Ester es un puente entre la tradición judía y la cristiana, uniendo a ambas religiones en la admiración por su valentía, fe y liderazgo.
En el judaísmo, su historia es celebrada con alegría durante Purim, mientras que en el cristianismo, su vida es vista como un ejemplo de cómo Dios obra a través de las personas para cumplir sus propósitos.
Su legado nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, la fe y el coraje pueden cambiar el curso de la historia.
Tradición Judía
En la tradición judía, Santa Ester es una de las heroínas más importantes de la historia bíblica. Su historia es central para la festividad de Purim, una de las celebraciones más alegres y significativas del calendario judío.
Purim: Fiesta de la Liberación
Purim se celebra cada año en el mes hebreo de Adar (generalmente en febrero o marzo). Conmemora la liberación del pueblo judío del decreto de exterminio promovido por Amán, el principal consejero del rey Asuero. Durante esta festividad, se lee el Libro de Ester (conocido como Meguilá) en las sinagogas. Cada vez que se menciona el nombre de Amán, los asistentes hacen ruido con matracas o aplauden para «borrar» su memoria.
Costumbres de Purim
Banquetes y alegría:
Purim es una fiesta llena de alegría, donde se organizan banquetes y se comparten comidas especiales.
Intercambio de regalos:
Es costumbre enviar Mishloaj Manot (paquetes de comida) a amigos y familiares.
Ayuno de Ester:
El día anterior a Purim, algunos judíos observan el Ayuno de Ester, que conmemora los tres días de ayuno que Ester y los judíos de Susa realizaron antes de que ella se presentara ante el rey.
Caridad:
Purim también es un tiempo para practicar la caridad, especialmente hacia los necesitados.
Legado de Ester en el Judaísmo
Santa Ester es vista como un modelo de valentía, fe y liderazgo. Su disposición a arriesgar su vida por su pueblo es un ejemplo de mesirut nefesh (entrega total). Además, su historia resalta la importancia de la providencia divina (aunque Dios no es mencionado explícitamente en el texto) y la idea de que Dios obra a través de las personas para cumplir sus propósitos.
Tradición Cristiana
En la tradición cristiana, la figura de Santa Ester no es tan prominente como en el judaísmo, pero su historia sigue siendo una fuente de inspiración y enseñanza espiritual. Aunque no es reconocida como santa en el sentido tradicional de la Iglesia Católica, su vida es vista como un ejemplo de virtud y fe.
Ester en la Biblia Cristiana
El Libro de Ester forma parte del Antiguo Testamento en la Biblia cristiana. Aunque no se menciona directamente a Dios, los cristianos interpretan su historia como un ejemplo de cómo Él actúa en la vida de las personas para proteger a su pueblo. Ester es vista como una figura que prefigura a Jesucristo, quien también intercede por la humanidad.
Enseñanzas Espirituales
Valentía y fe:
Ester es un modelo de cómo la fe y el coraje pueden superar el miedo y la adversidad.
Providencia divina:
Su historia muestra que Dios está presente incluso en las situaciones más difíciles.
Justicia y liberación:
Santa Ester enseña la importancia de defender a los más vulnerables y luchar por la justicia.
Ester y la Virgen María
Algunos teólogos cristianos ven paralelismos entre Ester y la Virgen María. Ambas son mujeres que interceden por su pueblo en momentos cruciales. Ester arriesga su vida para salvar a los judíos, mientras que María acepta ser la madre de Jesús, el Salvador. Ambas figuras resaltan el papel de las mujeres en la historia de la salvación.
Celebración de Santa Ester
Aunque no hay una festividad específica para Ester en el calendario litúrgico cristiano, su historia es recordada y estudiada como parte de las lecturas bíblicas. Algunas comunidades cristianas pueden honrar su memoria en servicios especiales o reflexiones sobre el Antiguo Testamento.
Similitudes y Diferencias
Similitudes
Valentía y fe:
Tanto en el judaísmo como en el cristianismo, Ester es vista como un modelo de valentía y confianza en Dios.
Providencia divina:
Ambas tradiciones reconocen que Dios estaba trabajando detrás de escena para proteger a su pueblo.
Liberación y justicia:
La historia de Ester resalta la importancia de luchar por la justicia y defender a los más vulnerables.
Diferencias
Enfoque litúrgico:
En el judaísmo, Ester es celebrada de manera central durante Purim, mientras que en el cristianismo no tiene una festividad específica.
Interpretación teológica:
Los cristianos ven a Ester como una figura que prefigura a Cristo, mientras que los judíos la ven como una heroína nacional que salvó a su pueblo.
Canonización:
Santa Ester no es reconocida como santa en el sentido tradicional de la Iglesia Católica, aunque es venerada como una figura bíblica heroica.