Santo Domingo de Silos

Santo Domingo de Silos nace en Cañas durante el siglo XI, en un lugar cerca del Reino de Navarra, llamado Nájera. De su Familia no se conoce mucho y su procedencia es incierta, pues no se tiene la certeza de que fue pobre o rico, familia noble o de pueblo llano.

Se sabe que creció siendo pastor, conociendo mucho sobre ovejas. Su crecimiento iba a compañado de un carácter apacible y con deseo de aprender mucho (quería estudiar).

Sus padres lo orientaron a vivir la vida religiosa para lograr la santificación. Se sabe que esa sería la característica de Santo Domingo de Silos: darle más prioridad a las cosas de Dios que a los triunfos humanos. 

Durante año y medio, Santo Domingo se hizo cargo de un ministerio sacerdotal en el pueblo. Luego se retiró al desierto por otroa 14 meses, para postular su ingreso al monasterio de San Millán de la Cogolla, que se regía bajo la Orden Benedictina.

Es poco lo que se conoce de sus primeros años en el monasterio hasta que fue nombrado como prior del Monasterio de Santa María de Cañas, que era dependiente de San Emiliano, a la que le dedicó su vida completa para su restauración. 

Poco tiempo después, la madre de Domingo falleció, sin embargo, no lo detuvo para lograr la restauración completa de Santa María de Cañas. 

La responsabilidad del prior era grande además de contar con una gran comunidad de emilianos, enfrentandose también a Don García, rey de Navarra.

Luego de abandonar Cogolla, los dotes de Santo Domingo atrajo la atención del obispo de Burgos y del rey Fernando Magno I de Castilla, que le encargó iniciar con la reparación y reconstrucción del  monasterio de San Sebastián de Silos, en Burgos, que fue fundado por Fernán González. Además Domingo tuvo el cargo de abad.

Santo Domingo erigió la iglesia románica y el Claustro. Además organizó el scriptorium o sala de copistas, como se le conocia, que tuvo como finalidad crear una de las más ricas y completas bibliotecas de España, en esa época.

Santo Domingo de Silos murió el 20 de diciembre de 1073, sabiendo vivir en oración y en penitencia. 

fuente: Santo Domingo de los Silos | e-pinto.com

Domingo de los Silos, digno abad del Señor, ayúdanos a poder entender el servicio hacia la comunidad cristiana, a entender que nada es más importante que una vida consagrada a Dios y que la humildad es una parte importante en toda nuestra vida.

Mediante esta oración, pedimos tu intercesión ante Dios nuestro Señor, para que puedas hacerle ver que nuestros errores no son tan grandes y que las pequeñas acciones que realizamos con amor, son las verdaderas ofrendas de nuestro corazón.

Ayúdanos a hacer méritos, acciones que agraden a Dios para así alcanzar la tan ansiada vida eterna, un lugar donde el dolor y la tristeza ya no tengan espacio.

Domingo de los Silos, ruega por nosotros

Amén