Santa Lucia de Siracusa

Fuente: Saint Lucy Siracussa | WikimediaCommons

Lucia nació en  Siracusa, ciudad  de la provincia romana de Sicilia, en Italia. Hija de pabres nobles y de una familia económicamente muy acomodada. Su madre se llamaba Eutiquia.

Su padre probablemente se llamaba Lucio (tradición romana de colocar el nombre del padre a los hijos) murió cuando la santa era muy joven.

Lucia fue educada en la fe cristiana lo cual curiosamente estaba asociado a su nombre ya que Lucia quiere decir «La hija de la luz» o «la que lleva la luz».

Lucia consagró y ofreció su vida a Dios desde muy joven, haciendo un voto de castidad. Sin embargo, su madre (que estaba enferma) la comprometió a casarse con un joven que no compartia la creencia cristiana, porque consideraba que su muerte estaba cerca y no quería que su hija pase por necesidades sociales.

Cuenta la historia que Santa Lucia de Siracusa persuadió a su madre para rezar y hacer una oración como ofrena a la tumba de Águeda de Catania para que su enfermedad puede sanar.

Milagrosamente, su madre curó de su enfermedad y liberó a su hija del compromiso con el joven pagano. Santa Lucia pudo consagrar su vida a Dios con toda la libertad y además, donó su fortuna a los más necesitados.

Sin embargo, el joven acusó a Lucia de que era cristiana. Eran tiempos del emperador Diocleciano, de persecusiones a los cristianos. Lucia fue arrestada y ordenada a hacer sacrificios a dioses paganos.

Lucia respondió

«El único sacrificio para mi Dios es visitar a lo que han perdido sus esposos, sus padres, a los que viven en angustia y a los que pasan necesidad. Sacrificio es entregarte por completo a Jesucristo».

El emperador ordenó que Santa Lucia fuese llevada un prostíbulo para que fuer ultrajada, pero los soldados no pudieron moverla. Como no se pudo, Pascasio la sometió a un suplicio con aceite y pez hirviendo.

Antes de su martirio, la santa de Sicilia profetizó su canoninación, su patronazgo en Siracusa y la caida de Diocleciano y Maximiano.​

¿Cuál es el patronazgo de Santa Lucía de Siracusa?

Es conocida como la patrona de la vista, pues su relación con los ojos es explícita en la iconografía de la Edad Media, pues su nombre, en su etimología, hace referencia a la luz.

Una leyenda cuenta que la belleza de los ojos de Santa Lucia era tanta que no permitia descansar a uno de sus pretendientes, por lo que se los arrancó y se los envió. Tal sacrificio, el pretendiente se convirtió al cristianismo.

Otra leyenda, cuenta que durante el jucio ante el Tribunal, Santa Lucía podía ver aun sin ojos. Otro cuento dice que parte de su tortura era que le quitaran los ojos, pero que al quitarle los ojos, otros nacieron en su rostro, más hermosos todavía.

Por esta razón se le considera patrona de los ciegos, de los pobres, de electricistas (todo relacionado con la luz), campesinos, modistas, fotografos, sastres, escritores, fontaneros, cristaleros, cortadores, afiladores, etc.

Hay dos relatos que cuentan la muerte de Santa Lucia: uno griego del siglo V y otro latino del siglo VII. Son idénticos, pero cambian su final.

Fuente: Estatua de los ojos de Santa Lucia 

Fuente: Santa Lucia | Vivirbienesunplacer.com

Hermosa Santa Lucia, virgen y martir de Sicilia, hoy recurro a ti porque tus promesas me hacen pedirte que puedas interceder por mi ante tu amado Señor.

Imploro tu ayuda para que puedas aliviar los dolores físicos, las enfermedades, las penas que hoy están en mi familia, que estremece mi corazón… para que puedas sanar uno a uno estos dolores, sobre todo para los que sufren de problemas en los ojos.

Haz que tu luz pueda encaminarme hasta Dios, para que mi fe aumente, evitando los malos de la tierra, agradar a Cristo con mis obras buenas y aborrecer la oscuridad del mal.

Dame la visión perfecta para mis ojos del cuerpo y a mis ojos del alma, para mi salvación. 

Santa Lucia, ruega por nosotros

Amén.